actividades frente a la depresión

Actividades diarias para mejorar el estado de ánimo.

Es probable, que cuando nos encontramos con un estado de ánimo bajo, reduzcamos nuestras actividades diarias y cada vez hagamos menos cosas.

Existe una relación causal directa entre el número de actividades agradables que realizamos y la calidad de nuestro estado de ánimo. A más actividades mejor ánimo, a menos actividades peor ánimo.

La persona que se encuentra triste o decaída normalmente baja de forma significativa su nivel de actividad como consecuencia de los síntomas depresivos y espera a que estos remitan para poder reanudar su nivel de funcionamiento habitual.

Sin embargo, lo que tenemos que hacer es justo lo contrario, no tenemos que esperar a estar al cien por cien para hacer las cosas que nos gustan sino empezar a hacerlas, aunque estemos al diez por cien y poco a poco iremos mejorando nuestro estado de ánimo.

Además, la relación que se da entre el bajo estado de ánimo y la inactividad es bidireccional, es decir no solo estar deprimido nos lleva a bajar nuestro nivel de actividad, sino que el mismo hecho de dejar de lado ciertas actividades hace que nuestro estado anímico disminuya.

Habitualmente, los días más felices son aquellos en que más actividades placenteras se realizan: los fines de semana. Normalmente, los sábados y los domingos se suelen dedicar a los deportes, a estar con los amigos, a leer, a ir al cine, a salir, a tener relaciones sexuales, y a un sinfín de actividades que provocan que el estado de ánimo sea alto. Este fenómeno es aún más visible durante las vacaciones.

Si queremos subir el estado de ánimo, debemos, por tanto, incrementar la entrada de lo positivo en nuestra rutina semanal.

El primer paso para aumentar y recuperar el número de actividades agradables que hacías antes de tu situación actual es saber con exactitud de qué actividades estamos hablando.

Para ello es bueno elaborar una lista de actividades que antes hacíamos y disfrutábamos y ahora hemos dejado de hacer. En esta lista también se pueden incluir actividades nuevas que nunca he realizado, pero pienso que serían sanas para mí. Sin olvidar las actividades que ya estoy haciendo y considero que me ayudan a mejorar mi estado de ánimo.

Recuerda: realizar actividades agradables nos hace sentirnos mejor con nosotros mismos. Nos ayudan a prestar atención a aspectos positivos y dejar a un lado los negativos. Con las actividades agradables retomamos fuerzas para hacer frente a los problemas.